lunes, 19 de marzo de 2018

MUJERES POR NATURALEZA, DEFENSORAS DE LA NATURALEZA

Premiación Circulo Mujeres Intelectuales 2018
Foto: Tony Johnson



Hace algunos días,  en el marco de la celebración del Día de la Mujer, recibí el honor por parte del Círculo de Mujeres Intelectuales de Panamá, de ser reconocida con La Orquídea a La Mujer Intelectual 2018, por mi trayectoria y aporte en el tema ambiental en Panamá.  Este honor lo compartí con otras dos mujeres, Pilar Pravia y Veronica Wharton de Thorpe, cuyo compromiso con la transformación social de Panamá, ha estado siempre presente en sus vidas y me precio de ser testigo de ello.

El reto de esa noche para mi fue, que debía disertar sobre el papel de la mujer en el cuidado del ambiente.  No escribí el discurso, me salió del alma pensando en la relación tan única que ha existido desde siempre entre la mujer y la madre
Tierra, es por ello que quiero hoy escribirlo y compartir esta reflexión con quienes me siguen.

Rachel Carson
Bióloga Marina norteamericana
En la mujer el instinto de protección existe desde la aparición de la raza humana, solo pensemos que quien se quedaba custodiando el fuego cuando el hombre salía a cazar, era la mujer.  Todavía hoy en varios países del Africa subsahariana, son las mujeres adultas y niñas, las encargadas de buscar, cargar y llevar el agua hasta sus hogares y muchas veces son excluidas de su gestión.  La relación de la mujer con la protección de la naturaleza es única y creo que está  íntimamente ligada a la maternidad femenina; sea biológica que espiritual, la mujer da vida, la cuida, la alimenta, la protege, igual que hace la madre Tierra con nosotros.  No coincidentemente grandes mujeres, especialmente del siglo XX han estado relacionadas a la defensa ambiental; recordemos que fue la bióloga marina norteamericana Rachel Louis Carson quien con su libro Primavera Silenciosa en 1962 despertó la preocupación por el medio ambiente y llevó a la sociedad norteamericana a tomar conciencia y acciones sobre ello.  La inglesa fundadora de PETA, Ingrid Newkirk que promueve la protección y trato ético a los animales, generó toda una transformación en diversas industrias que los usaban indiscriminadamente para pruebas de todo tipo, entre otras cosas. Como no mencionar a la también inglesa Jane Godall, considerada la mejor primatóloga del mundo y que a través de la divulgación de su conocimiento sobre los primates, ha llevado adelante una campaña mundial de conciencia ambiental, sobre todo enfocada a los más jóvenes.

Ligia Arreaga, Darien
Foto: Tuiter de Magaly Castillo
Más cerca de nuestras fronteras debemos reconocer el gran sacrificio de muchas mujeres en la protección de nuestros recursos naturales, de frente a grandes y poderosas industrias que se imponen en territorios, mayormente rurales y son ellas, las que salen  en su defensa liderando a sus comunidades .  Es el caso de la hondureña Berta Cáceres, asesinada por defender el río de su comunidad contra la instalación de una hidroeléctrica.  Rigoberta Menchú en Guatemala, premio Nobel de la Paz, quien defendiendo la cultura de su pueblo, defiende también los recursos que la dan razón de ser a la existencia de las comunidades en relación con su entorno.
Silvia Carrera, Comarca Gnabe Bugle
foto: El Siglo

Larissa Duarte, Veraguas
Foto: Front Line Defenders









En Panamá, cada vez que alguien me expresaba su preocupación porque las mujeres no incursionaban en política, yo les decía es que estamos muy ocupadas protegiendo el ambiente, y se debe reconocer que desde allí se ha generado, una poderosa conciencia ambiental ciudadana.  Casi todas las organizaciones no gubernamentales enfocadas a esta faena, aún hoy, son lideradas por mujeres; en general las mujeres están muy relacionadas a la causa de la familia, por esto están al frente de organizaciones de salud, educación, derechos humanos, nutrición, ambiente.  Es su aporte particular al bien de la sociedad.  Pero más allá de esa faceta necesaria para impulsar políticas y programas, están en el campo las mujeres valientes arraigadas a su medio y dispuestas a dar la vida en la defensa de nuestro patrimonio natural.  Tenemos a Damaris Sanchez Samudio, gran defensora del Parque Nacional PILA en Chiriquí, Larissa Duarte defensora del Río Cobre en Veraguas, La Cacica Silvia Carrera, que gracias a su liderazgo y la tenacidad de su comunidad, impidió que la minería metálica se adentrara en la Comarca Gnobe Bugle, Yaritza Espinosa también en Chiriquí en su lucha incansable por el agua.  Un caso a destacar, la de la periodista Ligia Arreaga en Darién y su incansable y peligrosa defensa por la Laguna de Matusagaratí, que le ha implicado incluso, salir del país para librarse de las amenazas que atentaban contra su vida.  Mis máximos respetos a todas ellas y gracias por mantener viva la defensa de los recursos naturales de todos.

Por mi parte puedo decir que en mi formación de arquitecta, me enseñaron que tenía que dominar la naturaleza; la visión antropológica de que el hombre que está por encima de todo y debe someter la naturaleza para imponer su obra.  No fue hasta que me tocó convivir con ella y el contacto con personas que me enseñaron sobre ella, que mi intuición natural por su protección, regresó y empezó a regir mi vida.  Fue entonces cuando entendí que  no estamos por encima de la naturaleza, ni bajo ella, sino en perfecta relación armónica y es  esa la forma en la que debemos actuar para hacer del desarrollo, una expresión de sostenibilidad.  Mi pasión por el ambiente me ha llevado a poner de lado mi carrera como arquitecta, dirigir ONG's, agrupaciones comunitarias, conducir programas de educación ambiental, a realizar proyectos ambientales en diversos puntos del país y hoy a trabajar por mi ciudad.  Muchos retos por enfrentar, pero hemos asumido pasos importantes desde la ciudad en materia ambiental:  Iniciar la gestión ambiental de la ciudad a través de su arbolado, del plan de riesgo, basura cero y un ordenamiento territorial de la ciudad en donde la gestión ambiental es eje transversal de su construcción; son puntos claves para recuperar la naturaleza en la urbe, donde mujeres y hombres debemos ser parte integral de ello.




domingo, 11 de marzo de 2018

Y EL ACCESO A LAS PLAYAS?


Playa en Honolulu, Hawaii
Para mi, una de las cosas más fascinantes cuando visito otros países, es poder descubrir sus playas; pero más allá de eso, es disfrutar de su accesibilidad, sin que los desarrollos privados cerca de la costa, sean un obstáculo para ello.  Uno de
estos ejemplos más vívidos pude experimentarlo en Honolulú, Hawaii.

En 2015 se celebró la Cumbre de la UICN en donde participábamos líderes de gobiernos locales y de organizaciones ambientales de todas partes del mundo.  La agenda era muy apretada y no había tiempo de hacer visitas turísticas, pero la simple maravilla de poder salir de las reuniones, caminar en medio de la ciudad, llegar al parque público, allí usar los vestidores para ponerme el vestido de baño y entrar a la playa a orilla de la ciudad que estaba a 5 minutos detrás de mi, era una experiencia casi surrealista.  Leer un libro, tomar un café disfrutar de un emparedado en ese espacio de todos y luego regresar a mi hotel para prepararme  para el día siguiente, no tenía precio.
Parque Público con acceso a la playa, Honolulu, Hawaii

Playa de acceso público a lo largo de la costa urbana,
Honolulu, Hawaii
Qué es lo extraordinario de este relato?  Tal vez no sea tan evidente, pero la posibilidad del disfrute del espacio público y el acceso a una playa en medio de la ciudad, es casi un milagro en un siglo XXI de privatización de costas, de contaminación de mares y de supremacía del interés privado sobre lo público, particularmente en Panamá.  Lo descrito que pude experimentar en Honolulú, no dista de las potenciales características que podríamos haber encontrado en la playa de Ave Balboa con su Parque Urracá (pero interrumpimos su conectividad con una carretera...y además la ampliamos, le pusimos un muro y un relleno de elementos de concretos como para asegurarnos, que así algún día la playa esté limpia, no podamos de todas maneras usarla, solo conformarnos con verla de lejos).  O qué decir del Causeway de Amador, otro espacio público de primera con una concepción de aprovechamiento de esa franja costera para disfrutar del Pacífico; sin embargo, cada vez es menos público el espacio hacia ese mar, cuando áreas previstas como espacios turísticos, se van transformando en residenciales; o aún más, se planifica un desarrollo más intenso de puertos, y nuevos proyectos inmobiliarios masivos, obedeciendo al nuevo potencial de desarrollo que se desprende de la ampliación de la carretera.. Y así nos vamos, desarrollo, infraestructura, crecimiento, más estructuras y menos espacio para lo público y lo lúdico.

Pero lo que es aún más alarmante y está ocurriendo frente a nuestras narices, de forma lenta pero certera es la apropiación de toda la costa del pacífico panameño, en donde el desarrollo ya prácticamente se construye sobre la playa.  Desde el abusivo "desarrollismo" inmobiliario en Paitilla y Punta Pacífica, a los puestos de comida en Veracruz, a los desarrollos playeros desde San Carlos, Coclé y más allá

Turicentro de San Carlos
En los días de carnavales tuve  la experiencia en carne propia.  Con mi familia decidimos pasar el lunes de carnaval  en el Turicentro de San Carlos, pero decía cerrado hasta el miércoles  (Cómo un espacio turístico del Estado panameño, está cerrado en fechas donde más demanda tiene?, no entendí, pero esa es otra historia), el punto es que al estar cerrado, por allí no pudimos entrar a la playa pública. Caminamos un poco, buscando la servidumbre a la playa, lo que encontramos fue una larga cerca, con varias propiedades privadas en medio y una pequeña puerta improvisada; detrás un seguridad privado -custodiando la propiedad- que nos decía con asentir de cabeza- que podíamos pasar por la propiedad para poder llegar a la playa.   Lo más curioso del hecho fue cuando revisé un poco los detalles, la susodicha propiedad privada era un área deportiva pública y ahora tenía el letrero de EIA, para el desarrollo de un hotel privado.  Otro espacio público vendido!  Por dónde podremos entrar a la playa los que no vamos a un hotel?
Entrada atravesando propiedad privada para acceder a
la playa de San Carlos

El bienestar de un país no se mide solo en la cantidad de construcciones y desarrollo hotelero en sus costas; hay equidad, cuando sus costas son ampliamente accesibles, brindan facilidades públicas de alto nivel y su ordenamiento garantiza que se respete el espacio de todos y no prive el particular que se impone más allá del orden constitucional, para adquirirlo.

Centro Deportivo de San Carlos, vendido para desarrollo privado
Aqui tenemos que hacer un "mea culpa" todos: autoridades por permitirlo, comunidades cuando no lo denuncian y no exigen reposición del bien público, particulares y compradores que se prestan para el despojo de lo público.  El ordenamiento territorial no es solo una herramienta para decir donde se construyen edificios de apartamentos, hoteles o centros comerciales; es también la que garantiza que los bienes públicos, el patrimonio natural y cultural de todos.  Por más libre que sea la economía,
EL PAIS NO PUEDE ESTAR EN VENTA

Carta Abierta a Mi Hija (desde un Panamá minero)   Recuerdo como si fuera ayer, como me afané en que todo estuviese listo para cuando nacier...