Hagamos que todo cuente en la lucha contra cambio climático
En estos últimos
quince días, he vivido tantas de aquellas pequeñas y simples experiencias que
satisfacen y dan mucho sentido a lo que hacemos a diario, pero que no sabía cómo
volcarlas todas juntas para ponerlas en blanco y negro y compartirlas, por ello
el título que parece desconectado, pero donde cada palabra se complementa
perfectamente cuando hablamos de cuidar la casa de todos.
Con los vecinos de Villa Soberanía en Bethania |
De Aceras
No necesita explicación |
Recuperación de servidumbres y aceras en el centro de la ciudad |
Caminar más, usar
menos carros, disminuir emisiones de CO2, frases que se dicen y se repiten y
muchos aspiramos a que sean una realidad, pero cómo se traducen en acciones para y por
la ciudad?... Cambiar el modelo de cómo nos hemos movido siempre y de cómo
hemos ocupado el espacio público (porque es de todos no es de nadie) no es
fácil y requiere revolver el fondo de la olla para cambiar, transformar e
implica incomodarnos, sacrificar y adaptarnos.
Vivir en una metrópolis demás de 1 millón de habitantes que ni siquiera
fue planificada para ello, no es fácil, pero se puede lograr. Toda esta introducción la hago porque esta
semana se alborotó todo el tema de las
nuevas aceras y los carros estacionados sobre ella, dónde estacionar y más… Tenemos
que optar por lo que queremos y hacia dónde queremos ir; cederle todo el
espacio construido al carro no es justo ni sostenible, entender que el espacio
para el peatón debe ser una prioridad de la ciudad, es lo correcto, hacer ese
cambio de paradigma en las mentes es más difícil que recuperar la servidumbre
en el espacio físico, pero necesario y posible.
Aceras amplias y generosas que posteriormente nos conecten con
ciclorutas que nos permitan, en modalidad compartida, movernos por la ciudad en
diversas formas sin tener que hacer uso del carro, es una meta alcanzable y que
nos ayudará como ciudad a pasar del discurso a las acciones reales contra el
cambio climático. Ya no se trata de charlas
y murales, desfiles y ferias ambientales; se trata de cambiar patrones de
conductas para lograr resultados efectivos
De Arboles
Arbol de Guayacan en el Cangrejo |
Nuestros mejores
aliados pero muchas veces receptores de nuestros peores tratos.. que hay de
ellos en la ciudad? Ahora y por primera vez, el municipio los estudia con apoyo
del Instituto Smithsonian y de la Universidad de Panamá, conociendo su estado
fitosanitario para mejorar su mantenimiento, reemplazar los ya enfermos
incurables y sembrar con especies adecuadas para la urbe (que no son
necesariamente los que disfrutamos de su hermosa sombra en una hamaca en el
interior). Otro proceso que demanda
cambio de chip es que no podemos
sembrar cualquier árbol en la ciudad, dejar que crezca a la buena de Dios y
luego pensar que después de 50 años no representarán un peligro. Debemos sembrar los adecuados, considerando sus
raíces, que procuren sombra, preferiblemente que floreen y den frutos, pero
sobre todo que le demos el correcto mantenimiento a lo largo de su vida, he
allí el mayor de los retos.
Vacas bajo sombra en Azuero |
Terrminando mi
semana pude escaparme con mi esposo hacia la región de Azuero; hubo algo que me
llamó la atención poderosamente, ver en
esto vastos potreros algunas recuperaciones de árboles y como el ganado se
refugiaba en el en todas las fincas del camino. Una confirmación más que ir
contra la naturaleza no es buen negocio; potreros pelados tienen vacas flacas y
deshidratadas, en cambio los que tienen
árboles, sus vacas reposan, se hidratan y están más saludables. Es simple, aprendamos
de la naturaleza
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