Después de 54 años del primer histórico 9 de
enero....
Crecí en la frontera entre Panamá y Estados Unidos;
sí, en un barrio emergente de los años 70 que se desarrolló al límite de la
ciudad de Panamá con la zona del canal, Altos del Chase. Mis amigos y yo crecimos jugando en la calle
porque solo pasaban por allí los gringos o los carros que tenían permiso para
ir a la zona. Recuerdo encontrarme al final de mi calle con un bosque
exuberante y dos soldados norteamericanos custodiando una garita que impedía
que los panameños pasáramos.
A mi generación no le tocó conocer a los mártires
de enero, ni vivir su gesta patriótica, pero tuvo el privilegio de ver caer,
cada una de las barreras que el enclave canalero había interpuesto a lo largo
del tiempo.
Ya no existen las garitas militares, ni los
letreros de "NO TRESPASSING" recibimos -como estoy segura casi ningún
país en el mundo- no solo tierras y bosques valiosos de vuelta a la tutela
nacional, sino estructuras e infraestructuras valiosísimas, urbanismo modelo y
como si fuera poco, un canal interoceánico.
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Antiguo edificio del YMCA en Balboa, Ancón |
Como nunca la sociedad panameña, de todos los
sectores y partidos políticos, se preparó y organizó para lograr a través de la
planificación, que los bienes que revirtieran, dieran el mejor beneficio a
todos los panameños y se aprovecharan de la mejor forma posible.
Lo cierto es que mucho de lo escrito, se quedó en
planes y buenas intenciones, porque las áreas revertidas no se escaparon de la
arrebatiña, la improvisación y de redefiniciones de uso, con el fin de venderse
incluso a intereses que no representaban los mejores para el país, sino para
algunos.
Hoy que se discute tanto entre el parangón que
puede existir entre la lucha contra el imperialismo de ayer y la corrupción de
hoy, mis pensamientos no se escaparon de esa reflexión.
Desde la firma de los tratados Hay Bunneau-Varilla,
un país entero se unió entorno a su derecho legítimo de reclamar su soberanía,
ante una presencia extranjera que nos trataba como usurpadores en nuestro
territorio. Considero que esa unión, a
pesar de lo sufrida y compleja, fue más fácil a la que hoy se requiere: unir a
todas las fuerzas e intereses diversos a luchar por una defensa de nación que
aún no define que rumbo quiere llevar.
He ahí que cada quien analice la corrupción desde donde se ven afectados
sus intereses.
Corrupción para algunos es el funcionario que
aceptó una coima para acelerar un proceso, pero no la del empresario, de quien
dicen: "Pobrecito, el es víctima, si no su proceso no avanza"
Para otros es corrupción cuando el empresario
compra hectáreas de terreno del Estado a centavos el metro, pero no de la
Autoridad que lo permitió, porque "no lo impide la ley". O cómo se llama cuando alguien promueve un
desarrollo inmobiliario a sabiendas que no hay previsto agua, ni servicios
públicos, que de seguro se le quitará a
una barriada existente (eso es inversión y desarrollo) y que después que el
gobierno vea como resuelve
Y así nos vamos definiendo este nefasto término,
desde la perspectiva individual pero no desde la colectividad, lo que ha
afectado- entre otras muchas cosas- el manejo de los bienes revertidos, ya que
acciones que se imponen, disipan los planes, diluyen la política de manejo
establecida, y hace que se imponga el más poderoso sobre el débil, porque todo
se justifica ante la frase: "El progreso no se puede detener". En función de ese progreso y el crecimiento
del PIB, justificamos lo que sea como sea y entre lineas se infiltra el flagelo
de la corrupción.
Debemos determinar que queremos lograr de nuestra
riqueza, como hacer que los bienes de todos sean para el beneficio de todos,
sin paternalismo ni alcahueterías, que la inversión se haga con seguridad
jurídica y transparencia, pero que no aplaste al que no tiene porque es más
sagrado el derecho de quien invierte.
Parecen sutilezas, pero son en
realidad aspectos que provienen de una política que define Nación, que
fortalece los principios de la Patria y le da dignidad a los protagonistas de
su desarrollo
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Mural en conmemoración a los Mártires del 9 de Enero, realizado por el Kolectivo, Ave de Los Mártires |
Entonces puedo decir, que aunque la lucha de
nuestros héroes de enero y de quienes
les antecedieron, fue más estoica y emblemática, era más evidente su objetivo y
por tanto atractivo sumar las fuerzas de todos hacia ello. La nuestra por proteger los intereses de esa
nación ambigua, que emerge y se desvía, que busca encaminarse y se pierde, que
grita democracia pero a veces la mancilla, es -reitero- más difícil difinir,
enrrumbar y defender, pero no imposible y es imprescindible hacerlo. Porque no
creo que el sacrificio de los mártires
fuera para reemplazar un enclave sobre nuestro patrimonio, por su
comercialización al mejor postor